1) ¿Qué son los Residuos Sólidos Urbanos (RSU)?Son aquellos residuos generados en domicilios particulares y todos aquellos generados en comercios, oficinas y servicios e industrias, que por su naturaleza y composición puedan asimilarse a los producidos en los domicilios particulares. No se consideran residuos sólidos urbanos los residuos patogénicos regidos por la Ley N° 154, los residuos peligrosos regidos por la Ley Nacional N° 24.051, y por la Ley N° 2.214, los residuos industriales regidos por la Ley Nacional N° 25.612 o las normas que en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el futuro las reemplacen. Tampoco son considerados RSU los residuos radioactivos y los residuos derivados de las operaciones normales de los buques y aeronaves.
Fuente:
Ley 1854 de la Ciudad de Buenos Aires: “Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos” 2) ¿Cómo debo clasificar los residuos?Los residuos generados se dividirán en dos categorías. Los secos (papel, cartón, metales, textiles, vidrio) y los húmedos (restos de comida, telgopor, pañales, cartones sucios, etc).
Secos (Contenedores color naranja)
Todos deben estar limpios, secos y sin restos de comida.
-Papel:
Diarios, revistas, hojas, papeles (impresos o no), sobres comunes o de papel madera, remitos, facturas, formularios, legajos, cajas, envases de papel, cartón, tetrabrick.
-Vidrio: Botellas, frascos.
-Metales: Latas de bebidas y conservas.
Húmedos (Contenedores color gris)
-Restos de comida, pañales descartables, envases y papeles con restos de comida.
-Servilletas, vasos y otros descartables sucios, celofán, envoltorios de golosinas plastificados, lamparitas, espejos, botellas o vasos rotos. Vajilla y macetas de cerámica o barro, trapos sucios.
- Composición Física de los residuos sólidos urbanos Basura Orgánica Los residuos de los alimentos constituyen el 33% de la basura que producimos, cuando no están mezclados con otros residuos, se pueden transformar en abonos de gran utilidad para la agricultura.
Los abonos orgánicos: Este tipo de abono sirve para mantener la fertilidad de la tierra. Hay distintos tipos de abonos orgánicos: COMPUESTOS, VERDES y de SUPERFICIE.
Abono compuesto: Lo llamamos COMPUESTO porque se logra con la mezcla de restos orgánicos (residuos de cocina, yuyos, paja, estiércoles, ceniza) y tierra.
-El abono verde: Se utilizan para el abono verde los restos de plantas, pasto, paja, hojas y ramas de poda. Una vez incorporadas a la tierra, aumentarán rápidamente su contenido en materia orgánica. Este tipo de abono es muy útil para las tierras malas o empobrecidas, éstas se vuelven más fáciles de trabajar.
-De superficie: Incorporado a la superficie, funciona como "manto", evitando la evaporación y protegiendo la estructura del suelo del impacto de las gotas de lluvia. También impide el crecimiento de yuyos. De esta manera, se harán menos necesarias las carpidas para desmalezar.
Plásticos: El 13.75 % del contenido de una bolsa de basura se compone de plásticos. Son en su mayoría envases de un solo uso y todo tipo de envoltorios y embalajes (botellas de PVC o PET, bolsas de polietileno, bandejas, etc). Si se entierran ocupan mucho espacio y requieren décadas y hasta milenios para degradarse. Si se opta por incinerarlos, originan emisiones de CO2, sustancia que contribuye al cambio climático, además de otros contaminantes atmosféricos muy peligrosos para la salud y el medio ambiente. El PVC es uno de los plásticos de uso más generalizado. Puede producir una elevada contaminación en su fabricación, y si tras su uso se incinera, genera sustancias tóxicas como dioxinas y furanos. Hay que recordar que los plásticos se fabrican a partir del petróleo. Por ello, al consumir plásticos, además de colaborar al agotamiento de un recurso no renovable, se potencia la enorme contaminación que origina la obtención y transporte del petróleo y su transformación en plástico.
Latas: La producción de latas es muy contaminante y sólo una pequeña parte se recicla. Casi siempre cuestan más que la bebida que contienen. El aluminio se elabora a partir de la bauxita, un recurso no renovable que se extrae principalmente de la selva amazónica.
Vidrios: Su dureza y estabilidad favorece la conservación de líquidos o sólidos. No necesita aditivos, por lo que no altera las sustancias que envasa, es resistente a la corrosión y a la oxidación y muy impermeable a los gases. El problema de este material radica en que se han generalizado los envases de vidrio no retornables, a pesar de que los recipientes de vidrio se podrían utilizar hasta 40 ó 50 veces, si antes no se rompen. Los envases de vidrio se pueden reciclar al 100%, pero no olvidemos que, en su reciclaje también se gasta energía y se contamina, lo que es un derroche tratándose de algo que perfectamente podría ser reutilizado una y otra vez, antes de reciclarlos.
Papel y Cartón: Son innumerables los objetos de consumo cotidiano envueltos en papel o cartón, por lo que estos materiales representan el 24,10% del peso y un tercio del volumen de nuestra bolsa de basura. Aunque se reciclan en buena parte y fácilmente, la demanda creciente de papel y cartón obliga a fabricar más pasta de celulosa, lo que provoca la tala indiscriminada de millones de árboles. De todas formas no todo el papel puede ser reciclado: el plastificado, adhesivo, encerado o el de fax no son aptos para su posterior reciclaje.
Bricks: Envases normalmente rectangulares, fabricados con finas capas de celulosa, aluminio y plástico (polietileno). Se utilizan para envasar jugos, vinos, salsas, productos lácteos y otros líquidos, ya que conservan bien los alimentos. Su peso y forma facilitan el almacenaje y transporte. Para elaborarlos se requieren materias primas no renovables y consumidoras de energía: el aluminio y el petróleo. Por la dificultad de separar el plástico y el aluminio no se pueden reciclar para producir unos nuevos.